SOLEA
Es una plaza del barrio de la 512, situado en Puerto Real ( Cadiz )
Al igual que la
seguiriya, la soleá es, además de un género flamenco, un complemento genérico
que agrupa a otros géneros como el polo, la caña, las cantiñas y las bulerías.
El nombre tiene su origen en la deformación idiomática de soledad -soleá-. Etimológicamente,
opina Karl Vossler en su Poesía de la soledad de España, se atribuye a este
sentimiento poético el origen del nombre de este cante flamenco (canto de
soledad). Otros autores creen que procede de sol, solar o solera. Andrés Salom
lo emparienta con una tonada relacionada con el solear de aceitunas o tonada
del soleo, propia de los gitanos aceituneros. También se relaciona en el origen
de la designación de soleá, con el latín solo y su significado de
aliviar el trabajo con el canto. Existen unas canciones de cuna de la provincia
Extremadura, y también su suele emparentar la soleá con la palabra portuguesa
saudade. La soleá puede considerarse como el perfecto equilibrio del cante
flamenco, al albergar su estructura musical gran parte de los elementos
rectores de la estética musical flamenca. En el proceso de aflamencamiento, la
soleá, tal y como la concebimos en la actualidad, pasó de ser cante para
acompañar el baile a ser cante para escuchar ralentizando sensiblemente su
compás. Ya en 1858 encontramos «la soleda», formando parte de un jaleo andaluz
junto al polo, el granadino y las corraleras, en el teatro principal de Jerez
de la Frontera.
En 1879 Antonio Machado
atribuye a una cantora llamada Soledad la creación de este género basándose en
las coplas de jaleo (soledades de cuatro versos que pueden acomodarse a la
música del polo, tonás, livianas y cañas). Sin embargo podemos considerar que a
partir de 1860, la soleá para escuchar obtiene personalidad propia. Demófilo
apunta que las soledades propiamente dichas son las llamadas tercetas de Osuna
o coplas de jaleo bailables. Rodríguez Marín indica que las coplas de jaleo
eran más ligeras que la soleá, teniendo la misma música, lo que abunda en la
teoría de que los jaleos pudieron ser los promotores de la soleá. Hasta 1870 se
llaman jaleos, y sólo al irse desligando del baile y adquiriendo carácter de
creación personal y para escuchar comienzan a llamarse soleares. Cuanto
más antiguas son la soleares más ligero es su compás, y los jaleos de Jerez y
de Cádiz, tan populares en los años del nacimiento de la soleá, así como el
polo y la caña, los tres con la misma métrica, parecen ser entonces los
antecedentes de este género que tuvo su auge en los años de esplendor de los
cafés cantantes (de 1870 en adelante)
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